ENVIO Y ENCARGO ( Parafraseando a Pound)

A ustedes las envío,
frases sin garras ni colmillos:
Vayan por mi
versos y estrofas carentes de blindaje,
hechas pañuelo
del que es solo y que no encuentra.
Entren subrepticias
hechas cucarachas de luz
en el manicomio y la cárcel.
Paséense impunes
por todo el penal de las formalidades,
asusten a los guardias,
espabilen a los que ya no esperan,
concentren sobre si
todo el fuego y la furia
de los carceleros;
inoculen de impotencia
a cada abusador,
de transparencia a todo mentiroso;
escarben toda sepultura viviente
y desentierren la verdad y sus gusanos.
Mis palabrados bichos:
Extiendan sus pequeñas alas
para polinizar de sonrisa a cada niño,
ataquen en nubes y piquen con ponzoña
a los asesinos de ilusiones,
a los maridos innobles
las mentirosas infieles,
a los fariseos, sus matronas y cohortes tiranas.
Abran una via de escape
al joven inexperto y confundido,
al fracasado
y a quien no encontró el amor;
a las ansias de imposible
y al deseo frustrado.
Por sobre las eses de la cadena societaria
muestren el camino del panal
al que ya muere de tedio,
a todos los que se sientan
junto a la vera de la vida.
Sean magos de Hamelín
y atraigan con sus flautas
a todas las ratas y lombrices
de la enfermedad,
el absurdo y la exclusión.
Aduéñense de la ciudad prohibida
y sus cristalinos palacios;
hagan saltar al vacío
a los falsos reyes de la altura.
No cesen hasta roer
hasta el último pagaré,
el ultimo título
y el último billete;
vuelvan a mi con la tierra limpia,
cuando los hombres
solo puedan ligarse
mediante la canción de sus palabras.