SALA COMUN (hosp. Salvador)

Blanco metal blanca ropa

cielo blanco, blancos tiestos

blancas baldosas del piso

alrededor de las catres

llenando informes en blanco

pasean blancos espíritus.

Las blancas almas enfermas

vendas albas, suero claro

tragando blancas grageas

bajo claras cubrecamas

con un techo de agonías

en tedio blanco se quedan

blancos los ojos, la mente,

oliendo a remedio blanco

blanco dolor y gemidos

y pasa en su delantal

siempre de blanco y sonriendo

la muerte por los pasillos

DESPEJADO

Y viene de nuevo el sol;

a reirse en la mojada colcha.

La luz se quiebra a carcajadas

en el postrero llorar de la gotera.

Amanece Santiago

limpio y frío

a reprochar mi oscuridad

de casa miserable

color invierno

que anoche se llovió entera.

Me mira con lástima y desdén

igual que a un pobre desgraciado

que se orinara en la cama

por la noche.

OSCURECIDA

La tarde se hizo silencio

en mordaza de arreboles

Los pájaros se callaron

escuchando al horizonte

sube el oriente de traje oscuro

sin que se note

Por Las junturas del tiempo

se iba filtrando la noche

y los árboles lloraban

taciturnas depresiones

viene la muerte soplando luto

de sur a norte

rugían en las esquinas

los autos como leones

y los pasos se apuraban

hechos velado reproche

baja lo negro con sus conjuros

desde los montes

llegó la noche

SOLEADO

Al filo de la mañana

se le aflojan poco a poco
uno por uno sus dientes
de soles y rayos locos

luego se viste de espejo
acero rubio y celeste
convirtiéndose en alfanje
con reflejos que enceguecen

hecho castaña de fuego
con sus espinas doradas
intenta clavar las sombras
que árboles maternales
ocultan bajo las faldas

Luchando toda la tarde
les lanza sus puñaladas
pero las sombras se estiran
y esquivan su mano larga

Y todo ruborizado
de sus intentos innobles
se va guardando sangriento
en su funda de horizontes